¿Qué es un fantasma? - Dr. Casares (El espinazo del diablo)
Hace poco me visitó el fantasma de tu recuerdo.
No es nada nuevo, viene a verme de vez en cuando. Normalmente da algún aviso de su llegada: alguna cortina se mueve en mi memoria o un leve ruido de cadenas sube desde las catacumbas de mi pensamiento. Y normalmente no le doy más importancia. Sé que, si simplemente ignoro su ruido, se acabará cansando y desvaneciendo otra vez.
Pero esta vez no. Esta vez atacó a traición.
Estaba escondido detrás de una canción inesperada. Una de esas canciones que intercambiábamos cuando tú y yo aún éramos tú y yo. Aquella que nos prometía abrazos en silencio cuando no hubiera palabras que calmaran nuestra inquietud. Esa que hicimos realidad aquella mañana tan llena del azul de tus ojos que desde entonces soy incapaz de saber de qué color es el cielo.
Y así, de repente, me asusté. Como solo puede asustarme un fantasma. Y con el estómago encogido y el pulso tembloroso, me volví a ver intentando arrancar la lápida bajo la que guardé tus recuerdos el día que decidiste marcharte, sin un porqué, sin una despedida, para no volver a saber de ti. Me vi destrozando mis manos desnudas cavando en el cementerio de los recuerdos perdidos, intentando recuperar algo de ti que me explique lo que pasó.
Pero es inútil. Porque todo este tiempo de silencio habla por si solo. Y me dice que, para ti, mi recuerdo es, quizá, solo un instante de dolor. Algo muerto que parece por momentos vivo aún. Un sentimiento suspendido en el tiempo, como una fotografía borrosa. Como un insecto atrapado en ámbar.
Que, para ti, mi recuerdo es solo eso. Un fantasma.