"Everything that has a beginning, has an end" - The Oracle
Y aunque es difícil asumir que durante tanto tiempo todo alrededor era ficticio, el alivio que le produce ver por fin los hilos, topar de cara con la realidad, puede con todo lo demás. Le invade la tranquilidad de tener por fin un camino que seguir: descubrir la verdad es también descubrir la salida.
No hay rabia, ni odio, ni frustración. Eso apenas ha durado unos minutos y ya ha pasado. Quizá permanece una pequeña sensación de desasosiego ante el futuro e incluso algo de admiración al darse cuenta del esfuerzo que supone mantener tamaña ficción durante tanto tiempo. Pero nada de eso hace sombra a la emoción que supone haber sacado esa espina que durante todo ese tiempo ha llevado clavada en su corazón, en su alma y en sus pensamientos. Nada hace sombra a la sensación de completar el puzle, de haber encajado la última pieza y poder por fin levantarse de la silla y abandonar la habitación sin sentir el desasosiego de la incompletitud.
Le reconforta descubrir que que el mundo no es una serie de catastróficas coincidencias que siempre tenían como efecto secundario el irremisible extravío de esa última pieza, y por ende su esclavitud a esa pequeña isla de piezas irregulares que no encajaban.
Y el creador de tamaña mentira, esa voz sin una cara, ya no puede hacer nada. No hay excusa. No hay un solo motivo en el universo que pueda convencerlo de que ese mundo falso, irreal, creado a su medida, tiene un fin altruista o que es mejor que cualquier otra realidad, por dura que sea.
"Buenos días, buenas tardes y buenas noches".
Truman ríe. Al fin ríe. Al fin ríe de corazón. Al fin ríe libre.
Truman brinda una reverencia a su público. Se da la vuelta y abandona la escena. Para siempre.
Fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu pequeña frenada en mi carretera...